La facturación electrónica es el siguiente paso de evolución empresarial y contable, que ha llegado para transformar a las empresas salvadoreñas; cambios importantes se generarán desde el seno de los registros contables y el rol protagonista es del Contador Público.
Estamos iniciando la mejor década de transformación de los negocios de las empresas salvadoreñas, y de la mano la profesión de contabilidad. La Factura Electrónica promete ser un cambio de impacto en el cumplimiento tributario y fortalecida con un sistema contable sincronizado permitirá la evolución de la gestión empresarial y de los campos contable, mercantil entre otros.
Asumiendo el cumplimiento legal sobre el Código Tributario y los artículos 107, 113, 115- A entre otros, se proyectan otros aspectos sobre requisitos de registros y resguardo de información digital, y que agregan otras variables y necesidades, mencionando las siguientes:
Está facturación sincronizada a los registros contables permitirá la automatización de mismos, generando información en tiempo real, y permitiendo ubicarnos en un mejor nivel de competitividad ya que permite el análisis de liquidez, de negocios que permitirá dinamizar en la toma de decisiones.
Esto puede lograrse sólo si el contador y el auditor, activa un nuevo rol del contador y el auditor, dejando atrás lo que hemos conocido tradicionalmente, necesitándose la innovación en la profesión que permita impactar en estos cambios y en los procesos de negocios. Los beneficios vendrán enmarcados en la reducción de costos, disminución del impacto ambiental en la generación de papel, menos impresión, mensajería y necesidad de almacenamiento y archivo y un claro aumento en la productividad.
Estamos en el momento oportuno en el que podemos anticiparnos y prepararnos para esta transformación, dado la experiencia en otros países de Latino América. Entre los aspectos a valorar se puede mencionar:
Existe un gran trabajo de preparación, y sobre de todo de buscar que estos cambios permitan el desarrollo de las empresas, la generación de eficiencias, transparencia e integridad de la información, identificación de los clientes, disminución de la informalidad y la evasión, todo en aras de principio de equidad, capacidad contributiva e igualdad.
La Agenda Digital del gobierno salvadoreño, han diseñado estrategias encaminadas al desarrollo de una ciudad inteligente apostando a la conexión directa entre el contribuyente y las organizaciones gubernamentales, así que, si empezamos hoy, estaremos preparados.